Ciertamente, somos polvo de estrellas.
Esta exposición nos hace entender cómo la vida en nuestro planeta depende de la existencia de estrellas tremendamente distantes de nosotros a las que llamamos hipergigantes rojas.
Este tipo de estrellas nos aporta el 80% de los elementos de la tabla periódica mientras que estrellas más pequeñas como nuestro Sol, una enana amarilla, nos genera el 20% restante además de la térmica y la luz.
Con un caldo de cultivo compuesto de minerales, líquidos y gases comprenderemos cómo poco a poco se “cocina” el hábitat para la vida y entenderemos por qué somos polvo de estrellas.